¿Sabías que el primer vehículo matriculado en España fue un Clément? La matriculación tuvo lugar en Mallorca en 1900 y su identificación fue PM-1. Por aquel entonces los vehículos utilizaban una doble numeración: una municipal, y otra, según la provincia, en caso de tener que viajar fuera de ella.
En 1907 comenzaron a agotarse los números disponibles para las matrículas de grandes ciudades como Madrid y Barcelona y se configuró un nuevo sistema. Así, las placas pasaron, desde entonces, a utilizar cuatro dígitos acompañados de una o dos letras más el distintivo provincial.
Pero eso ocasionó un pequeño problema, porque, ¿cómo se distinguen, por ejemplo, Málaga y Madrid si ambas comienzan por «MA»? El asunto se acabó solventando un año después mediante la modificación de las letras de algunas de las provincias. 1908 vio, también, la llegada de las matrículas para Ceuta y Melilla.
Los materiales utilizados al principio eran de chapa a la que se adherían los números. Más adelante, la chapa se cambió por chapa de aluminio en la que se moldeaban los números en relieve, y ya, en 2012 se introdujeron las placas de metacrilato.
Lo que nunca ha cambiado es el color de las placas con fondo blanco y las cifras en negro. Y sí, habrás visto recientemente matrículas azules, pero no se trata de nada raro, es únicamente la forma de matriculación que se ha escogido para los vehículos VTC y los taxis.
En junio de 1971 se asignaron las últimas matrículas provinciales numéricas. Las últimas fueron de Barcelona y Madrid respectivamente: B-918387 y M-960985. Se dio paso, entonces, al sistema provincial alfanumérico con una o dos letras iniciales como distintivo provincial, cuatro números y una o dos letras finales. Los primeros automóviles matriculados con el nuevo sistema fueron un Renault 4 en Madrid (M-0000-A) y un SEAT 600 en Barcelona (B-0000-A).
Euromatrícula
El 18 de septiembre de 2000 nos pusimos al nivel de Europa con la entrada en vigor de la euromatrícula, que es la que usamos actualmente. Con el nuevo sistema, se incluyen, en las placas, cuatro números y tres letras con el distintivo europeo y la «E» de España, perdiéndose de esta manera el distintivo provincial.
Los números que aparecen en las euromatrículas van desde el 0000 al 9999, combinados con las letras que empiezan en BBB y acaban en ZZZ. Y, ¿por qué no hay vocales? Te preguntarás. ¡Pues aquí te lo respondemos! No hay vocales, ni más ni menos que porque se quieren evitar las combinaciones de letras malsonantes o acrónimos. ¡No hay más!
Pero, ¿sabías que, además, nuestras matrículas no admiten ni la Q ni nuestra españolísima Ñ. Y no es por discriminación, ¡en absoluto! Es porque son letras que pueden confundirse con sus primas hermanas O y N.
El actual modelo admite hasta 80 millones de matriculaciones, por lo que se calcula que, al ritmo actual de matriculación, quedarían más de 35 años para pensar ni siquiera en cambiar de sistema.
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